martes, 19 de julio de 2011

Caravana 4.

Una de las que soy
es un hombre que mira a lo lejos
las magníficas construcciones de la nada
y me cuida
de las tan próximas aldeas
de lo cierto.


Scalper
diciéndose en persona tercera
y sí
muy singular,
se sienta a orillas de un ojo de agua
a afilar la hoja
contra la piedra
que late.



No suele tener miedo a que le lean el rostro.
Su carita a veces infantil a veces milenaria se muestra como todo aquello que excede su plenitud.
Sin embargo se atrapa en pequeños renuncios y fragmentarias traiciones.
Juega a poner el pecho y a dejar que sangre con alegría para reconocer el precinto de su escena del crimen.
Pero a veces, en ese juego, toca el centro esponjoso de la niña real que es.
Y la noche vuelve a foja cero.


Camino en torno al lugar del sacrificio.
No, no es que le tenga miedo. Ni atracción.
(suspiro resoplando fuerte)
Pero ESOINNOMINADO me pide salir.
No va a pasar nada, ya sé, ya sé. Nada malo quiero decir.
Bueno, sí, que ni malo ni bueno y algo pasará.
Está bien.
Pero quizá es lo que tenga que pasar, solamente que
que
si lo nombro
si lo invoco en palabras y lo moldeo y lo hago compartido y lo hago real
¿no será más peligroso? Por liberarlo, digo.
Ah, claro. No, sí. Tenés razón.
Le pongo palabras para ponerle los puntos
a lo que no sabe morir.

Caravana 3.


Del páramo umbrío que todavía atravieso aún cuando sé que lo dejé atrás
-pero el tiempo, el verdadero, tiene esas cosas inexplicables que solamente se tragan
con aceptación-
traigo los dientes apretados de los guerreros
una furia fría de puño cerrado
una palma alzada de 'yo pongo el pecho primero'
el silencio mágico que me saca de mi duelo
tremenda
odiosa
vencedora antes de presentar batalla
cada vez que el que se duele
es alguien que está cerca
y es alguien en quien creo.

martes, 12 de julio de 2011

Meneca.

Envuelta en tu manto para no secarme
navego la suave corriente de los días y las noches.
Sin ansia espero la llegada a los confines,
ese verano de escamas y de alas sobrevolando la bruma
que siempre avizoro
cuando entrecierro la mirada.
Suspiro
quieta como muñeca de plástico barato que se vende en las estaciones.
Me echás hacia atrás y las pestañas artificiales se besan.
Veo intersecciones y dragones y el mar ascendiendo a las alturas.
Me arropás con insistencia.
Me apretás contra tu pecho.
Me obligás a beber el aire en un simulacro de alimento.
Me agitás y sale de mis tripas la palabra programada.
Tiempo atrás, me hubiera rebelado al juego anciano.
Pero hoy dejo que me envuelvas en tu manto
amoroso a tu manera
para no perderme en la paz reseca
de todos los inviernos.

sábado, 9 de julio de 2011

Caldera.


Estoy de un humor oscuro y escondido
no puedo dejar de oler los perfumes de la putrefacción
ni de repetirme por lo bajo
'así se nace'.

Caravana al futuro

Hay un horizonte de jazmines del cabo
un dulce noviembre vestido de fiereza
un territorio que se extiende hasta los confines
con su siembra de luz
con su cultivo de sombra
y el entramado de pasos que van
y van
y no regresan
conscientes o no
de que volver
es imposible.

sábado, 2 de julio de 2011

Predador en lo oscuro.

Quien desconoce al predador que encarna
-no me atrevería a decir 'quien no controle'-
quien no lo escuche atentamente
para entender sus apetitos y
por ende
su gran miedo
quien no lo siga alguna que otra vez
para demostrarle sin verso
que su hambre es vana
y sus presas inexistentes
queda librado a su masacre cotidiana y
-aún peor-
tiende su red de dientes
sobre la carne tierna
de todos nosotros.

Por eso te llamo
te invito
te alojo en mi seno
y en mi vientre
y te acuno
bestia feroz sembradora de muerte
desolación y
desencanto
que también soy.