miércoles, 29 de diciembre de 2010

mis modos de estar


te visito en sueños
con los ojos ardientes de una insomne 
recorro tus habitaciones con aroma a moho
azahar
y demás flores blancas
busco a estas niñas celestiales del inframundo
las escucho reír o cantar a mis espaldas
oigo el taco agudo de aquí para allá 
acechando a la noche desde la terraza
espío por los ventanales
corriendo las cortinas amarilleadas 
-la luna esconde las andanzas de una niña
tras las hojas de un enorme jazmín del cabo-
nos llegan las palabras tejedoras de una mujer que camina
ida y vuelta
el camino del morir-nacer
-el metal de las espadas rechina a lo lejos
como campanas que anuncian lo nuevo-
los libros sapienciales se abren
sus hojas se vuelan
revolucionando la biblioteca abandonada
donde una muñequita de cera alza una ceja
y una intelectual de izquierdas se acomoda el cuello puntiagudo
de la camisita setentosa

la tierra de la casa se abre
revelando múltiples sótanos que nos llevan
hacia el cielo
para finalmente ser una
como en el principio de los tiempos
y en los orígenes de este nombre
que al amanecer nos convoca

hoy el odio ha parido
nueva la belleza

lunes, 27 de diciembre de 2010

niña

Debajo de la esperanza
ella duerme
así
medio despierta
como todas las niñas que
recuerdan
lo frágil
del
sueño

domingo, 12 de diciembre de 2010

Cruzando el límite de la sombra

Porque estoy muy triste
porque tengo miedo
porque amparé a Ereshkigal pequeña en mi seno
para acunarla en su eterno llorar al día

Hermanas Tejedoras
abro el corazón a la vida
al dulce transcurrir de la noche
en su movimiento de río manso

Me entrego a las aguas del señor que ve en lo oscuro
caminando paso a paso la entrada y la salida de los mundos inferiores
acompasada por el aletear de libélulas y demás seres del aire
urdiendo los mensajes que aclaran la mirada
y alivianan la carga umbría
de nuestros corazones

Les pido, mujeres bajo el Árbol de la Vida
que el amanecer se derrame urgente
sobre las hebras de mi destino

martes, 7 de diciembre de 2010

la extranjera de las terrazas desesperadas

Me decís que ella no te quiere. Te explico por qué decir eso no tiene sentido.

La noche de Nikka suena como Njosnavelin.
(dale play y leelo lentamente en voz alta, Sigur Ros es nuestro soundtrack personal, hoy...)

Nikka vive en terrazas parecidas a la tuya (probablemente por eso te mira con respeto). A diferencia de Abbi, que se pasea vestida de sedas en balcones de estilo y es como un faro en la oscuridad citadina, Nikka es la sombra de la sombra de la sombra.
No la agita ni el amor ni el odio.
Solamente la verás salir disparada como la punta de un látigo cuando el peligro esté cerca y el mundo se encoja en torno a la zona precintada, empujando a las infraniñas cada vez más hacia la escena del crimen (un crimen que está en el pasado, enterrado en tumba superficial junto a un corazón que late, y junto a un gato negro que le maulla a la culpa, y junto a un cadáver hipnotizado que ruega que lo dejen irse con la simplecita muerte de una vez).

Cuando no apoya un taco agudo sobre alguna baranda metálica o cementicia, se escurre por las rendijas umbrías de la ciudad mugrienta. De zapatillas silenciosas, es el único cambio de estilo que se permite, medio mareada por los de(s)vaneos multiformes de Abbi.
A veces la acompaña Tito, como espectador callado, como partícipe sin voz ni voto, como perro fiel, como testigo maravillado de espanto ante la que persigue lo que no tiene sustancia y, a la vez misma, deja un reguero de sangre en el camino.
Esconde sus hallazgos en el galpón de chapa del fondo, lejos de los ojitos de animé abbisales. Hablando con rigor escalperiano, su único hallazgo está guardado en la amargura de su corazón seco. "No se puede atrapar, todo se escapa..." dice por lo bajo cuando guarda sus reliquias en los frascos. "Pedacitos de santos para no olvidar y yo, que ni me acuerdo..."
Tito la oye y se persigna sin darse cuenta. Cuando toma conciencia de sus movimientos, cree haber espantado una mosca.
"Remedar los hábitos del día..."

Me preguntás por qué extranjera, si Nicolasa Castillo ha sido de barrio y vivió en Constitución.

Es que sus ojos nunca se habituaron a los nombres propios de los mapas y del derecho. Desde su miseria más miseria supo descubrir que detrás de cada forma habita la eternidad, sólo que los caminos son tortuosos, y le tomó un tiempo encontrar la caravana de gitanas, la troupe itinerante de la que es pretoriana.

Su noche es ahora calma, quizá porque haya encontrado la senda de regreso a su hogar, que no es otra cosa que la aceptación de que lo eterno nunca habrá de abandonarla. Pero que muta como una niña que jamás muere pero en sus juegos toma los disfraces más diversos para que la rueda siga girando y el dolor o el amor no se hagan insoportables.

Hoy, como una gata que recién ha parido, Nikka contempla a la niña con algo parecido a la dulzura.
Y si bien las terrazas siempre estarán pobladas de desesperación, Nikka conoce bien el valor de la silente espera. En esta noche eterna...
"que de todos modos
será la..."
última

*La bruja llega a la vieja mansión abandonada, golpea la puerta y al abrirse se enciende la noche. Ve las figuras recortadas de un ser longilíneo casi reptil, del hada dorada de pálida muerte, de un joven extraviado que halló el hogar entre las mujeres más perdidas, y de una niña que sabe muy bien qué tierra están pisando, y que le extiende la mano invitándola a reinventar el universo.

¡Staralfur!

lunes, 6 de diciembre de 2010

Recuerdo los Caducos Bosques

hoy yo, sentada aquí frente a la luz catódica que tanta sombra hecha sobre los cuerpos y los corazones
esta noche, precisamente esta noche en la que me llaman a leer las piedras
aquí -e insisto con el vicio deíctico de mi hablar no sapiente -
aquí -y apelo a la señora de las agujas para que mis palabras sean agudas y corten con justeza el eterno fluir de estos bosques -
aquí, brunella lee las piedras en la oscuridad que la habita
tan sola
tan olvidada del mundo como en aquellos días
tan ser menor
tan parte de eso que se conoce y se olvida -pero se resguarda en los umbrales del alma
y aún así
y exactamente por eso
levanto la mirada de mis ojos
negros
hacia la noche
negra
sobre la tierra
calma
donde nace el mundo
y donde también acaba

recuerdo las visiones silenciosas de la infancia
las danzas sagradas de la adolescencia
las grandes gestas allí vividas
y salgo liviana a caminar esta tierra árida
en pos de un río
y de un hogar
llevo mi bolsita de huesos
un puñal inútil

y este mirar

acompaño una caravana extraña
de hadas, reinas y colmillos
nuestro tesoro es la niña que crea lo posible
creyendo contra toda razón
nuestro estandarte muestra dos espadas
una que dice hasta aquí
y la otra esta es nuestra casa


piso humildemente este suelo seco
huelo el aire frío del invierno eterno
y les digo
segura
hacia dónde queda el mar

martes, 16 de noviembre de 2010

"No hay nadie disponible para chatear"

Nadie disponible para mirar a la distancia.
Nadie disponible para la pequeña gran tarea.
Nadie disponible para la alegría que se teje en los espacios sin nombre.
Nadie disponible para el vértigo de comenzar camino.
Nadie disponible para la risa navegante.

Solamente silencio.
Música.
Silencio.
El recuerdo de palabras que quizá sean silencio.
La pregunta acerca de cuándo y cómo.
La certeza de que en este caso el único quién que cuenta

soy yo.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Estos ojos negros.

Duerme en mi regazo como una bendición oscura.
Mis movimientos torpes tras el amor y el alcohol lo cobijan, pequeño ser que confía en la bondad del mundo.
Duerme.
Ronronea.
Se despereza.
Sigue durmiendo, en mi regazo.

oh, pequeño gran sobreviviente.
Amanece.
Y puedo mirar de frente al día.

miércoles, 27 de octubre de 2010

El lugar del rito

Extiende su mano con la palma perpendicular al piso. Gira lentamente,
ella 
el centro del mundo circular y mágico que la rodea.
-lo demás calla lo demás se detiene lo demás espera-

Ella cierra los ojos.
-lo demás duerme-

Ella oye el sonido distante del que ya tantas veces hemos hablado. Y allí lo deja.
-lo demás chilla-

Ella respira y desparrama calor a lo largo de su cuerpo. Así lo invoca y lo despierta.
-lo demás se retrae-

Ella sonríe y siente las corrientes internas de la carne y del afecto; sus párpados tiemblan y sus ojos se abren.
-lo demás se amansa-

(Ni bueno ni malo.
Ni lejos ni cerca.
Ni ausente ni a su lado.)

Aunque de todas las apariencias del universo, en este círculo sagrado todavía persiste la mella que dejó la ausencia.

Ella canta, ella sueña, ella recuerda.
Del dolor hace un manto sereno y compasivo.

-y lo demás fluye como río manso-

lunes, 25 de octubre de 2010

Decálogo nocturno para desalentar a insomnes

1. Hablarás de las vanalidades del día, que por otra parte son las que sostienen tu tipeo y tu ingenio, dado el caso.
2. Serás sincera.
3. No honrarás los juegos de seducción que se basan en la sospecha y/o en la búsqueda de la complacencia.
4. Serás sincera.
5. Apelarás al sentido en común de haber vivido miles de historias en el reino de los insomnes... y haber sobrevivido.
6. Serás sincera.
7. Enrostrarás ferozmente tu humanidad veteada de divinidad, que es más o menos lo que todos se empeñan en negar (algunos su humanidad, otros su veta divina).
8. Serás sincera.
9. Cortarás en seco a quien no sepa qué hacer con lo que ha pedido una vez que lo tiene, porque indica que esa persona no sabe ni lo que puede ni lo que quiere.
10. Serás sincera.

bonus track: Acompañarás al insomne que de a poco y a sabiendas de quien es, paso a paso -aún con renuencia- empieza el camino.

martes, 12 de octubre de 2010

Naranja para la alegría, Jazmín para ser yo.

Aromas que sobrevuelan la casa. El hornillo encendido, las tres velas dedicadas a las tejedoras del destino, maullidos agudos de gatitos que reclaman por su (mala!) madre.
La madre mira la noche a través de la ventana.
¿Qué ve?
Quizá todas las posibilidades del día.
Naranja para la alegría, como una chispa ácida y dulzona subiendome a la frente. El color de las transiciones -amaneceres y atardeceres, los umbrales del tiempo.
Jazmín para ser yo, flor blanca y presente en la noche, aunque no puedas verme. Adentrándome en tus territorios más amados, casi no creés que sea de verdad o no entendés cómo parece que de alguna manera ya nos conocemos.
Naranja para que la fe resista y la risa acompañe el camino.
Jazmín para que el misterio persista y todavía te preguntes si es acaso posible.
Naranja para cubrir las heridas de mi cuerpo.
Jazmín para que apartir de esas heridas, la vida florezca.

sábado, 9 de octubre de 2010

Sentada en un rincón de la noche.

El fantasma de tu pierna, las tiras de tu sandalia y tu carne translucentes. Seguir la estela de tu cuerpo cuando se desliza en el baile. Leer la luz, el comportamiento de ondas o partículas, o quién sabe...
Trabajar sobre el pixel. Pintarte el rostro, suavizarte la mirada, encenderte la sonrisa.
Acompañar tu canto detrás de escena. Registrar los preparativos de la vida, el impulso empecinado, el orgullo creciente.
Enarbolar la irreverencia. El comentario agudo. La indignación iluminada.
En medio de la noche proyectar los reflejos del mundo, revivir sus pasiones, su risa que sale de las entrañas y baña las costas del mar del día.
Resaltar el negro de mis ojos para que al mundo no se le pase por alto que por aquí alguien lee.
Y alguien escribe.

viernes, 1 de octubre de 2010

Guerrero en sombras.

Te conozco.
Naciste en esos años de la niñez en los que empecé a disfrazar mis batallas bajo el candor de los juegos infantiles. Y dejaste esta marca profunda -autoinflingida, cierto- en esos días largos y noches eternas en las que sentía que la vida real pasaba a mi costado y seguía de largo, dejándome atrás.

Hoy te reconozco. Parco, a veces solamente se oye tu respiración mientras escuchás y pensás muy para tus dentros, y ni un solo gesto de tu cara da una pista acerca del color de tus pensamientos. Cualquiera diría que son grises. Pero afirmar eso es lisa y llana ignorancia.

Tus batallas también son calladas. Tus objetivos, cercanos a la tierra, porque recuerdan el dolor de las utopías. Tu punto débil, del que te acorazás religiosamente, es justamente el recuerdo de las utopías. Pero básicamente, el recuerdo de la belleza que prometen, así como del amor, de los cuidados compartidos, y de la dulce alegría de los que tienen la esperanza a la mano.

Morirías por una causa. Pero morirías apretando los dientes tras procesión cansada, empecinado detrás de una misión próxima, tangible, que te dice que estás en casa. Te aterrorizan mis visiones lejanas de las que parloteo incesantemente, no querrías verme marchar en esa senda. No por la distancia, ni por arrastrarte conmigo. Sino por el dolor, el dolor, el dolor de saberlas bellas y perdidas.

Siguiendote el paso aprendí a mirar de cerca. A jugar con tierra entre las manos y no cargar en mis espaldas con el destino de la especie. Aprendí a deslubrarme por un cuerpo cansado y marcado por la vida, que es una fortaleza andante y se sobrepone a todo, solamente para que yo avance.

Esa nobleza de guerrero ariano, que dice 'Éste soy yo, ésta es mi espada, y éstas son mis manos', y no pelea hasta que es la hora. Mientras tanto, hace su tarea cotidiana de sostener la vida y de anudarme al mundo, pero con perfil bajo, diciendo nada, creyendo poco. Resistiendo mucho.

Es así, Guerrero en sombras. Mi dolor más profundo se terminó cuando me di cuenta de que no sos la gran ausencia que me desgarraba el alma noche a noche, ni el reflejo esquivo que he buscado de hombre en hombre.

Ese dolor espectral y esa búsqueda enfermiza terminaron buenamente cuando me reconocí a mí misma en tu mirada ceñuda y en tu fiel silencio.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Hoja blanca

hoja blanca donde la creación se anuncia
-la hoja de la vida que todavía no llega-
suaves trazos del porvenir,
el garabato destejido del futuro

(bajo el árbol del mundo
iniciaré mi camino)

jueves, 19 de agosto de 2010

somos estas, insectario y floralia en la noche epifana

en estas noches sapienciales converso con mis queridas
infraniñas
a veces callamos
mirándonos silenciosamente o bien
contemplando alguna parcela del mundo
con particular interés

también repaso con ellas los incidentes del día:
los corto en pedacitos, los desmembro
hago casitas y los sumerjo en témpera color UVA
los pierdo en el olvido del baile y del canto
los celebro entre brindis silentes
en tránsito a lo más profundo del día
-situado probablemente en sus pálidas superficies
en sus márgenes umbríos
en sus transiciones y portales-

es así como las noches se convierten en el ingenio de los amaneceres
y nos transforman

latido a latido
compás
universo

domingo, 15 de agosto de 2010

mar luminarias océano faro barco altamar

Navego la noche que nos abandona. Me dirijo hacia el día que despunta, clareando el horizonte como una promesa que no se enuncia pero se siente, franca y noble, en el corazón.
Desde el ensueño nocturno afirmo la sapiencia de la luz: ya he recorrido el camino de la complacencia, el de la normalidad, el del placer vacío entregado a otro para pertenecer al mundo.
Hoy ejerzo una extraña posesión sobre mí misma: no soy dueña de nada, ni siquiera de mi persona, mucho menos de mi destino, pero decido los pasos a sabiendas de que las metas y los objetivos declarados son bombas de humo. Sigo el hilo de Ariadna a través de mis propios laberintos. Me perderé para encontrarme.
Y no volveré a confundir el cuerpo ígneo de mi alma con el hambre helada que habita en los espectros de la noche.

viernes, 7 de mayo de 2010

Sale del gris de la noche...

...la luz pequeña e inquieta de los saltimbanquis del alma.
Lucecitas.
Diminutas fluorescencias casi casi pescaderiles -oh sus huesitos, sus güesitos, su saltar espinado y escamado, aleteado y coleteador- y las maquinarias inútiles del movimiento sin destino.


A través de estos seres pequeñitos emerge con sutil intermitencia la urdienda de todo lo creado. Y ese latido es lo que creemos que es el tiempo.

martes, 4 de mayo de 2010

Acerca de Rough water klimteana

a través de los mares de la historia
ellas recorren el insondable camino
de los días y  de las noches


a veces se adentran
juguetonas
por senderos aún cerrados


y descorren los cortinados del alma
que solamente entonces
despierta a la mañana


corrientes salinas
vida brutalmente virgen
que simplemente


nace

jueves, 22 de abril de 2010

Oceánica (I)

en la nave luminosa
que es mi hogar
navego hacia horizontes inciertos

nada se ve claramente
pero el aire trae los perfumes
de mi promesa

viernes, 16 de abril de 2010

dioses sin nombre

ahora es el descanso de mí
en mí misma
recuerdo a los seres adorables del día
que me hacen salir de la muerte
del sueño seductor
de no estar más

esos seres adorables
que viven en los lugares más ordinarios

hoy
en esta noche

son los callados dioses
que me dan
vida

Dos espadas

A veces me veo
cuando antes me hubiera visto vencida, dolida, partida de espanto...
Ahora me veo
con un fuego interno que arrasa la noche
rebelándome a la historia
revelándome a mi misma
tomando mis espadas gemelas
como libélulas que abren el camino de lo nuevo
y mostrándole mi pecho a la adversidad
diciendolé:
Esta
soy yo
ven por mí
dadme pelea
porque esta
soy
YO.

lunes, 22 de marzo de 2010

el territorio divino de la noche minúscula (i)

libre de la libertad
la diosa de la luna oscura
y de las encrucijadas
limpiamente me hace saber
que elija lo que elija
todo camino ha sido y será recorrido

en este territorio nocturno
habitan mis hermanas
mis madres
mis hijas

pero no soy solamente uno de esos seres veleidosos
inconstantes
pura pasión sin frenos que se duele
y teme el abandono

hay diosas
y hay hembras
que saben del amor
en el silencio y la distancia
en el silencio y lo cercano
y, entre todas las cosas,
en el silencio y lo que nace

en esos segundos que palpitan
-preludio del alba-

jueves, 21 de enero de 2010

Yo no escribo

Yo me agarro de estos papeles.

Mi vida es esto (sin orden de importancia):
noches de escritora silente
un laburo desafiante, demandante, inseguro y mal pago
el afecto superficial pero sorprendente de la sociabilidá de barrio
el amor de mi hermana y su hija
el cuidado de tres gatas y muchas plantas
mi mirada capturada en fotos
el despertar de mis alumnos
mi propio despertar
el armado de ideas
mis amigos de hace 20 años -promedio
mi amiga fotógrafa que me enseñó que soy hermosa
los parientes más cercano, el apego y el cariño
el afecto de varios amigos de los que no conozco el rostro
el dolor que precinto y aún así vuelve, porque lo llama la vida
la traición de un amor profundo que casi me mata
la fuerza, la fe, la empecinada esperanza que me saca de todas las traiciones
incluso de las propias
mis infraninias que me hablan de mí en el tejido del mundo
la música, el canto, el futuro
la mirada aguda que desnuda conceptos y urde tramas de sentido
la encantadora de serpientes
una enfermedad de amor que me mutila un pecho
la nostalgia por mis muertitos amados

la ausencia de alguien que no existe

lunes, 18 de enero de 2010

La voluntad en medio de lo oscuro.

La noche avanza solamente para que llegue el día. Es que a qué otro lugar se puede decir que vaya la noche.
Y heme aquí, en esta eternidad que muta y que no por eso es menos eterna, ni es mas repetible cada instante.

Son las cuatro de la mañana en mi casita de bruja. Extraña la sensación de mirar y asentir, porque cada cosa está en el lugar que le es propio, y porque yo me he apropiado de mi lugar.

He constituido un hogar que atraviesa la noche y el día. Que penetra los diferentes espacios por donde transita el cuerpo y por donde anida la mirada.

Ya no hay una alucinación que encubra las relaciones reales de la vida. Ni que prometa a rajatabla un horizonte determinado. Oh, sí, aún persigo la belleza, vestida con lo bueno, lo cierto y lo justo. Y es la belleza de lo mínimo, otra vez volviendo a esa raíz de mí misma que me mantuvo viva y peleando.

No veremos el gran día. No haremos el fin de la historia. No nos salvaremos ni salvaremos a nadie más. No habrá Mesías que nos releve de nuestra gran tarea, condenados a padecer nuestra irresolución y cobardía.

No existe la piedra que nos ampare, ya sea el disfraz de la belleza socialmente convenida, o del saber académico, o de la información precisa de los medios, o de la cuenta bancaria, o del traje de armani, o de la esnifada feroz. O de la rebelión incesante que no quiere quedar atrapada en la prisión de sus propias elecciones; de sus propias elecciones y de sus consecuencias, incontrolables y criticables siempre con su cuota de sombra y oscuridad.

Lo bello, lo bueno, lo cierto y lo justo palpitan en los rincones menos publicitados del ser. En todos aquellos pequeños gestos que preservaron nuestra especie y mantuvieron su luz. Hoy, cuando parece que es la oscuridad la que reina, hoy mismo, cuando crispamos los puños y apretamos los dientes ante esa densidad opaca que nos quita la ilusión...hoy. Hoy es el momento. Porque el problema no es la oscuridad.

El problema es nuestra luz, que no toma la firme determinación de SER.

martes, 12 de enero de 2010

Habitante de los umbrales




Umbrales. Puertas. Fisuras en el tejido de lo normado. Horizontes en el tejido del mundo. Manantiales de la mirada, propulsores submarinos de la ilusión.

Es que la sombra más espesa gesta la palabra más luminosa: el útero de la vida, la vida como algo vivo, no como una piedra que se llama vida que, desganada pero obedientemente, cargamos entre las paletas de nuestras espaldas, bien acomodadita, oh piedra mentirosa que dice llamarse, o bien, que miente llamarse vida.

Voy hacia la noche a través de puertas que se abren a lo nuevo, a lo impensado que SI se puede pensar. Llevo los fuegos dormidos del día en mis ojos, que como carbones morosamente brindan su calor encendido, (no es cuestión...)

Sé del amanecer. Sé de esa espera, de las transmutaciones urgentes, del hambre por reconfigurar lo concreto.
Llevo entonces la noche en la mirada, a plena luz del día, portadora de un saber lo oscuro, habitante eterna de los umbrales.