Nadie disponible para mirar a la distancia.
Nadie disponible para la pequeña gran tarea.
Nadie disponible para la alegría que se teje en los espacios sin nombre.
Nadie disponible para el vértigo de comenzar camino.
Nadie disponible para la risa navegante.
Solamente silencio.
Música.
Silencio.
El recuerdo de palabras que quizá sean silencio.
La pregunta acerca de cuándo y cómo.
La certeza de que en este caso el único quién que cuenta
soy yo.
martes, 16 de noviembre de 2010
viernes, 12 de noviembre de 2010
Estos ojos negros.
Duerme en mi regazo como una bendición oscura.
Mis movimientos torpes tras el amor y el alcohol lo cobijan, pequeño ser que confía en la bondad del mundo.
Duerme.
Ronronea.
Se despereza.
Sigue durmiendo, en mi regazo.
oh, pequeño gran sobreviviente.
Amanece.
Y puedo mirar de frente al día.
Mis movimientos torpes tras el amor y el alcohol lo cobijan, pequeño ser que confía en la bondad del mundo.
Duerme.
Ronronea.
Se despereza.
Sigue durmiendo, en mi regazo.
oh, pequeño gran sobreviviente.
Amanece.
Y puedo mirar de frente al día.
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